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JOAN J. SERRA El Consell de Mallorca ha realizado una evaluación ambiental comparativa entre la incineración y el uso de vertederos para justificar y argumentar la ampliación de la planta incineradora de Son Reus, que ha sido propuesta por el conseller executiu de Medi Ambient i Natura de la institución insular, Miquel Àngel Borràs. La falta de capacidad actual, tanto en la incineradora como en los vertederos existentes, para asumir unas 200.000 toneladas anuales de residuos voluminosos y de rechazo procedentes de la construcción llevó recientemente a Borràs a plantear a los partidos políticos del Consell la ampliación de la planta de Son Reus para tratar este tipo de basuras.

Borràs apuesta por la incineración frente a la creación de más vertederos por una serie de factores ambientales: la incineración no produce lixiviados, pero sí dioxinas, aunque muy por debajo de los límites establecidos. No genera olores, plagas ni incendios. Su emisión de dióxido de carbono es hasta 6 veces menor que la de un vertedero y hasta 400 veces menor en compuestos orgánicos volátiles. Reduce en su mayor parte el peso y el volumen de los residuos.

Produce electricidad (actualmente, un 4% del consumo de Mallorca y Menorca, y se puede duplicar, ahorrando combustible para generar energía). No emite gas metano. Recupera los metales férricos. Trata un volumen de residuos equivalente al de 60 vertederos. La incineración puede detenerse en cualquier momento, mientras que un vertedero puede producir emisiones hasta 100 años después de ser clausurado.