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El Parlament rechazó ayer la moción del PP para que el Govern renuncie a la designación de Balears como «Región Europea del año 2003», aunque el portavoz de los populares, Joan Flaquer, reiteró que dicha nominación «es un montaje y un fraude». En esta ocasión, el Govern contó con el apoyo en la tribuna del diputado de EU Eberhard Grosske, mientras el resto de grupos ni siquiera intervinieron, aunque finalmente votaron en contra de la moción del PP.

Joan Flaquer volvió a acusar al Govern «de intentar engañar a la gente» y calificó la nominación de Balears como «un premio inventado por un particular que no puede compararse ni con el Nobel ni con el Coche del Año». «Esto es el timo de la estampita», acusó el portavoz del PP, quien sospecha que el PSOE «formaba parte de la operación».

Eberhard Grosske, de Esquerra Unida, salió a la tribuna para defender la designación de Balears como Región Europea y reconoció que su partido «ha tenido dudas de cómo se ha llevado esta cuestión». Para Grosske, desde el momento que Xavier Tudela, organizador del evento, ha renunciado a cobrar comisiones «no hay motivos para sospechar».

En la misma línea se pronunció el socialista Antoni Diéguez, quien aprovechó la moción del PP para atacar con dureza al eurodiputado mallorquín Carlos Ripoll, quien investigó la veracidad del premio. Diéguez llamó «Otelo» a Ripoll y le acusó de «iniciar esta batalla después de estar políticamente muerto». Diéguez recordó que se había cuestionado la validez del premio porque se había votado por correo electrónico y desveló que Ripoll tampoco acude a importantes votaciones en el Parlamento europeo.