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M. JUNCOSA/P. CANDIA El titular del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Palma finalizó ayer las diligencias para determinar si prospera una reclamación de 31'5 millones de euros de varios empresarios del sector turístico de Balears en contra del BBVA. El juez dictará un auto en los próximos días tras escuchar las versiones de las partes enfrentadas. Los demandantes se habían dirigido al juzgado de Palma para que dicte auto de ejecución de la sentencia de la Audiencia Provincial, ratificada por el Tribunal Supremo, que condenaba al BBVA por incumplimiento de contrato de alquiler de uno de los más grandes complejos vacacionales de Mallorca, con 1.100 plazas situadas en Peguera, en el municipio mallorquín de Calviá.

En 1991, Argentaria se adjudicó en subasta el complejo tras la quiebra de su antiguo propietario, y se lo alquiló a Suntours y THB Hoteles, al 50 por ciento, con una opción de compra, que según los directivos de las empresas, «la entidad bancaria no respetó». Los demandantes destacan que ni con Argentaria en su día, ni con el BBVA tras su fusión con el BBV, ni con posterioridad a la sentencia del Tribunal Supremo ha sido posible alcanzar un acuerdo amistoso.

Por ello, se opusieron en su momento a la fusión de ambas entidades bancarias haciendo uso de su condición de acreedores hasta que no quedase debidamente garantizada la supuesta responsabilidad de la deudora, que obtuvo para ello un aval del Banco Santander Central Hispano. Durante la vista celebrada en el Juzgado de Primera Instancia número 8 quedó patente la gran disparidad de criterios de ambas partes en torno al asunto. Mientras que los empresarios turísticos de Mallorca presentaron al juez un informe pericial que cifra en 31.5 millones de euros el importe de la indemnización que deben recibir, el BBVA lo reduce 80.000 euros (13 millones de pesetas).