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Mujer, todo corazón, Laura Valenzuela protagonizará esta noche en el Casino de Mallorca la gala benéfica de la Asociación de Lucha Contra el Cáncer, entidad a la que se siente vinculada desde hace siete años. Precisamente su hija, Lara Dibildos, sufrió esta terrible enfermedad, de la cual se encuentra muy recuperada. Laura Valenzuela nos mostró ayer, en esta entrevista, el lado más humano de un personaje, como es ella, tan querido y entrañable en nuestro país.

"Se la ve en plena forma, ¿tiene algún proyecto profesional?
"Por el momento, no. Y no será precisamente porque no tengo el gusanillo de volver a trabajar, pues me encantaría hacer algo para televisión. Pero lo cierto es que no tengo ninguna oferta.

"Usted vio nacer la televisión en España, siendo uno de los primeros rostros de la pequeña pantalla. ¿Ha cambiado mucho este medio desde entonces?
"Mucho. Ha evolucionado y por supuesto ha tenido un cambio muy grande.

"¿Demasiados programas de cotilleos?
"Sí, pero eso es porque existe una gran demanda de este tipo de programas y aumenta el nivel de audiencia en los canales, por lo tanto es lo que se ofrece al espectador.

"¿Cómo recuerda su entrada en la televisión?
"Pues fue en 1956. Me encontré a mi buen amigo, José Luis Ozores, que me dijo que buscaban presentadoras, a lo que yo respondí: ¿qué es eso? Por aquel entonces, en los hogares, no se sabía lo que era la televisión y, bueno, fui al casting y parece que no lo hice nada mal; así empecé.

"¿Cuál fue su último programa?
"Pues el último fue «Tele 5, dígame». Ahora sólo voy a la tele para entrevistas.

"Desde entonces se ha volcado en su familia.
"Bueno, somos una familia muy unida y, sí, ahora tengo mucho más tiempo para dedicarme a ella. Además tengo un nieto que es la alegría de mi vida. Sólo tiene cuatro años y ya lleva la talla ocho. ¡Ah! y no veas cómo juega a baloncesto. Tira hasta sin mirar, de espaldas y encesta. Está hecho un hombretón.

"Y su hija Lara, ¿cómo se encuentra?
"Muy bien, la verdad, continúa con sus revisiones periódicas y muy entregada a su trabajo, con la obra teatral «Vidas privadas».