La economía de las Islas está lejos de la crisis, según estima
el conseller del ramo, Joan Mesquida. A pesar de que las
previsiones de crecimiento para este mismo año han vuelto a ser
rebajadas "quedándose en un escueto 1 por ciento", la situación
está de momento a salvo de entrar en valores negativos. Una idea
que quedó ayer corroborada por otro dato estadístico: somos una de
las provincias que más ahorra, casi el veinte por ciento de la
renta disponible.
Todo ello nos proporciona una imagen bastante positiva de cómo
van las cosas. Sin embargo, no es momento para dormirse en los
laureles. Cuando la temporada turística echa el cierre es bueno
hacer balance, localizar los posibles errores y tomar las medidas
necesarias para subsanarlos de cara al año próximo. No hay que
olvidar que las moratorias urbanísticas conducirán a medio plazo a
un notable descenso de esta actividad, considerada tradicionalmente
como motor de la economía. A su vez, las posibles dificultades que
puedan atravesar las economías de los países que emiten turistas
hacia aquí nos afectarán de forma negativa, así como las
circunstancias internacionales en una época de tanta agitación como
la que estamos viviendo.
Vistas así las cosas, nadie será capaz de vaticinar lo que puede
ocurrir en años venideros y si volvemos al ejemplo anterior, en el
que decíamos que en el Archipiélago las familias ahorramos casi el
veinte por ciento de nuestra renta, lo que es un magnífico
indicador, debemos apuntar que siete años atrás, en 1995,
ahorrábamos casi el 25 por ciento. Así que, a la postre, las cifras
bailan según el color del cristal con que se miren y crecer un uno
por ciento "o poco más, como se anuncia" no deja de ser discreto,
aunque positivo.
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