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La noche del 31 de octubre nos trae de nuevo la antigua fiesta de Halloween, una noche de disfraces y máscaras horrendas que cada año tiene un poco más de aceptación entre los niños y adolescentes isleños. Desde hace unas semanas los escaparates de las tiendas de disfraces están llenos de trajes y máscaras escalofriantes y las típicas Jack"o'"lanterns, las lámparas tradicionalmente hechas con una calabaza ahuecada.

Las grandes superficies también han entrado en el juego durante estos últimos años. Ofrecen disfraces para niños y adultos, caretas de terror, esqueletos fluorescentes, cadenas de luces decorativas en forma de calabazas y hasta manteles y servilletas adornados con motivos de Halloween. Algunas discotecas intentan hacer algo especial para la noche de Halloween, con premios para los mejores disfraces, es decir, los trajes que más miedo dan.

EuroCarnavales, la tienda de disfraces más grande de la Isla, tiene el escaparate mejor decorado con motivos de Halloween: brujas, esqueletos, lámparas tipo calabaza, máscaras terroríficas y muchos adornos para las fiestas caseras. Antonia Cánaves, la encargada de EuroCarnavales en calle Porta de Jesús en Palma (hay sucursales en Manacor e Inca), dice que la venta de disfraces para Halloween empezó hace unos diez años y que los primeros clientes fueron alumnos del colegio americano de Portals Nous.

Durante un par de años, dice Antonia, sólo compraron niños británicos y americanos, pero poco a poco los niños isleños empezaron a celebrar Halloween en el colegio. Desde hace unos tres años, añade Antonia, las ventas de trajes de Halloween y todos los elementos decorativos se han disparado y ahora hay muchos clientes mallorquines. «Hace unos años», dice Antonia, «la fiesta de Halloween se celebraba principalmente en los colegios, pero hoy en día muchas personas organizan fiestas en casa».