Una torre de amistad

La colla anfitriona, Los Al·lots de Llevant, estrenaron su diada con un castillo que nunca habían montado, el espectacular tres de siete levantado por debajo de la estructura humana. Además, esta agrupación de castellers demostró sus habilidades al levantar un castillo de cinco de siete, uno de cuatro de siete con aguja central y pusieron el broche de oro a su demostración con un vano de cinco montado con pilar central de cinco y dos de cuatro a cada uno de los lados.

La céntrica plaza de Sa Bassa de Manacor se llenó de calor humano gracias a que todo el mundo quiso hacer piña en un día tan señalado para los castellers del Llevant. El contraste de los colores verdes, rojos, blancos y negros se mezclaron en una paleta cromática intensa y viva que transmitió un sentimiento de unidad nacionalista. Hacia las 16:30 horas de la tarde, los Al·lots de Llevant partieron de su sede, en el carrer Nou, a manera de pasacalles acompañados de los instrumentos tradicionales. A las 17:00 horas, montaron la primera torre humana de la tarde, justo ante el Ajuntament de Manacor.

Poco después, los castellers se dirigieron hacia la plaza de Sa Bassa donde los esperaban centenares de personas que se unieron a ellos haciendo piña hasta el final. La colla de los Xiquets de Reus fue, precisamente, la primera que entró en contacto con los Al·lots de Llevant durante el verano de 1996. En este período, los castellers locales aprendieron a montar y desmontar sus primeros castillos y a partir de ahí, empezaron sus andaduras por varias regiones de Cataluña.