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Después de 25 horas de aeropuerto en aeropuerto tras su salida de Bali, un grupo de mallorquines de vacaciones en la Isla indonesia llegaba a primera hora de la tarde de ayer a Son Sant Joan, donde les esperaban unos familiares sonrientes y con ganas de poder abrazarles y besarles, preocupados tras las noticias del atentado.

Los primeros en atender a los medios fueron Juan Obrador y Carmen Sastre, de Sant Joan: «Hemos llegado tranquilos y la verdad, con un poco de suerte, dado que el día que se produjo el atentado en Kuta teníamos previsto ir, pero como llegamos tarde de una excursión decidimos dejarlo para otro día... y luego pasó lo que pasó. La verdad es que se podía ir a pie desde el hotel a Kuta, pero no nos pasó nada y ni siquiera nos enteramos. En el hotel hemos recibido un trato exquisito y en todo momento estuvimos informados de lo que se podía y no podía hacer», señalaban ambos un tanto emocionados.

Obrador y Sastre añadieron que unos días después siguieron con su actividad normal: «Hicimos una excursión en catamarán y pasamos con el autocar por el interior de Kuta con absoluta normalidad». El otro matrimonio que llegaba con ellos, Salvador Rius e Isabel Ballester, se incorporan a la conversación después de presentar la reclamación por la pérdida de dos maletas: «Con el paso de los días hemos podido comprobar el efecto del atentado y todo lo que ello ha representado. Como no lo vives en directo no te haces una idea clara de lo sucedido hasta que te informan de la magnitud», comenta Rius.

A la pregunta de si volverían a Bali, los cuatro al unísono contestan: «Por su supuesto, aquello es fabuloso porque es como Mallorca hace 40 años. La gente es encantadora y recomendamos a todo el mundo que pese a lo que ha pasado es un lugar ideal para pasar las vacaciones». Todos ellos reconocen que hay cierta inquietud ahora en Bali por una previsible bajada de turistas, «la verdad que no entendemos que no se recomiende ir a Bali porque es un destino más que tranquilo... pese al triste suceso». Con sorna, Juan y Salvador reconocen que van a echar en falta los masajes balineses en la playa.