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La Conselleria de Benestar Social añadirá 360.000 euros al presupuesto inicial de 1'35 millones destinado a la Renta Mínima de Inserción para satisfacer el fuerte aumento de la demanda que ha experimentado este subsidio, que ha pasado de tener 250 beneficiarios en enero a unos 800 previstos para diciembre. La consellera Fernanda Caro explicó que este fuerte incremento, registrado sobre todo en Mallorca, responde a los cambios introducidos en septiembre de 2001 en el decreto que regula estas ayudas, que ha restringido considerablemente las limitaciones que antes existían para acceder a ellas y aumentado su cuantía.

Entre otras mejoras, la nueva normativa ha permitido reducir de dos años a 6 meses el tiempo necesario de residencia continuada para percibir estas prestaciones, ampliarlas a los menores de 25 años y aumentarlas hasta una cuantía máxima del 125 por ciento del salario mínimo interprofesional, frente al 75 por ciento de antes. Caro recordó que esta prestación, cuya dotación básica mensual es de unos 280 euros y que está gestionada por los consells insulares, está destinada especialmente a las familias sin fuente de ingresos y tiene como finalidad «intentar la inserción laboral y social de las personas en exclusión».

Por otra parte, la consellera anunció que su departamento tiene previsto destinar 9.000 euros a la asociación Zaqueo «para que pueda acabar el año», si bien recordó que la situación de los locales con que trabaja esta entidad son competencia del Ajuntament de Palma. Caro se refirió a la difícil situación económica que atraviesa esta entidad sin ánimo de lucro, que podría derivar en la expulsión de sus centros de unos 150 toxicómanos y personas sin techo, y al precario estado de sus locales, uno de los cuales tiene un expediente de ruina.