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El presidente del Govern, Francesc Antich, advirtió ayer al Partido Popular que la instrucción del «caso Bitel» aún no ha terminado y volvió a cuestionar cómo pudo conseguir Jaume Matas un documento interno de Quetglas y exhibirlo en el Parlament. «El Tribunal Supremo considera que no hay razones para imputar a Matas, pero todo el mundo sabe lo que pasó», declaró el president del Ejecutivo balear. Antich recordó que la decisión del Tribunal Supremo «no es una sentencia absolutoria», aunque el jefe del gabinete acata totalmente el auto sobre el «caso Bitel» en el que se asegura que Matas no tuvo ninguna intervención en el supuesto desvío del correo electrónico de Quetglas al Consolat de Mar.

Además, Antich cuestionó que Matas aún no haya aclarado los motivos por los cuales el correo electrónico de Francesc Quetglas era desviado al ordenador del secretario del president del Govern. «A pesar del auto del Supremo, todavía no me ha quedado claro cómo le llegó a Matas este documento con la carátula exacta de los ordenadores; y me atrevería a decir que a muchos de los ciudadanos de Baleares, tampoco», comentó Antich, quien considera «más que probado» que el correo electrónico llegó al despacho del gabinete del ex president.

El president del Govern también respondió al PP, cuyos dirigentes reclamaron el martes la dimisión de Antich por haber destinado dinero público a las actuaciones judiciales en contra de Matas por el «caso Bitel». «Al PP le gustaría mucho que dejara el cargo porque sería una de las únicas formas de que el PP pueda hacer algo en las próximas elecciones», añadió Antich, quien calificó de «absurda» la petición de los dirigentes populares de restituir el dinero público gastado en los tribunales por el Govern en el «caso Bitel».

Por otro lado, el miembro de la ejecutiva de Esquerra Unida (EU) y conseller de Treball, Eberhard Grosske, declaró ayer sobre el rechazo del Tribunal Supremo de imputar a Jaume Matas que «en este país da la sensación de que es muy difícil hacer justicia cuando hay ministros por medio». En unas declaraciones posteriores a la presentación de los datos de afiliación a la Seguridad Social de agosto, el ex coordinador general de EU confió en que «la verdad se vaya abriendo camino poco a poco» en relación al caso de presunto espionaje electrónico del ex presidente balear.