David Bisbal, en un momento del concierto. Foto: TERESA AYUGA.

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La noche se presentó extraña. Luz natural, focos que no iluminaban, pantallas que no mostraban nada y un cielo azul claro. Eran las 20.00 horas y el parque municipal Sa Torre de Felanitx estaba a rebosar con 8.000 personas. Esperaban la actuación de Laura Corradini, Chenoa, y de David Bisbal. La localidad acogía ayer noche el primero de los conciertos que la pareja ofrecerá en Mallorca, una actuación diferente porque Chenoa tenía que partir justo después de terminar su repertorio y por el hecho de celebrarse cuando el sol todavía estaba presente.

«The Best» abrió la histeria colectiva. Las 8.000 voces corearon el nombre de Chenoa. El nuevo ídolo local empezó a enseñar su chorro de voz, una voz profunda, con el clásico de Tina Turner. Iba vestida con una chaqueta vaquera, unos pantalones del mismo material y un sostén rojo que se dejaba entrever. Como cinturón, un pañuelo rojo con lentejuelas. Los músicos, por su parte, iban todos de blanco.

«El centro de mi amor» precedió al saludo inicial. «Molt bona tarda, Felanitx. Com estau? Gràcies per convidar-me a sa meva terra adoptiva!». Gritos de alegría y aplausos acogieron a las primeras palabras de Chenoa. «Para mí es un día especial porque os voy a presentar mi primer disco tras estar once años luchando». Efectivamente, a lo largo del concierto la artista de origen argentino pero «mallorquina como la que más» mostró a su público los temas de «Chenoa», público a quien quiso agradecer el haber logrado estar donde está.

«El tiempo que me das», «Lat dance» y «Desnuda frente a ti» demostraron la entrega de la artista. Era una noche especial y había que esforzarse. Saltó, bailó y, sobre todo, no paró de animar a sus fans. Incluso les pidió que levantaran más las pancartas porque no las veía bien. No paró de ofrecer besos y más besos, que le eran devueltos a base de aplausos. La temperaura de la noche empezó a subir con la canción «Atrévete». «Fa calor», exclamó Chenoa, y, acto seguido, se quitó la chaqueta vaquera. «Cuando nos vamos de copas tenemos que atrevernos un poquito». Efectivamente, todos se atrevieron y la siguieron con sus voces.

Tras «Lady Marmalade» y «Cuando tú vas» llegó la apoteosis. Chenoa pidió una colaboración muy especial para poder cantar el siguiente tema, un tema prestado. En ese instante apareció David Bisbal vestido con unos vaqueros ajustados y un jersey sin mangas blanco. Con «El alma en pie», la pareja empezó la despedida de Laura. Se rozaron la cara, se tomaron de la mano y se abrazaron. Cada gesto supuso un grito por parte de los espectadores. Al final, una exclamación: «Tornaré sempre que em crideu».

David Bisbal ofreció un concierto totalmente diferente. Chenoa demostró su garra y, el almeriense, sus dotes como cantante melódico. Empezó su repertorio con «Te quiero más» y con «Por ti». «El corazón lo dejamos aquí esta noche» , aseguró. «Fuiste mía» y «Miénteme» animaron la velada hasta que llegó «Y si fuera ella», canción con la que quiso agradecer los temas creados por «el maestro Alejandro Sanz». Mientras, se acercaba al público subiéndose a los pilares y alargando todo su cuerpo hacia los espectadores.

Su homenaje a Luis Miguel, otro de sus ídolos, llegó con «Quiero» y «Suave». Después, empezó a mover el esqueleto. Primero subió a dos niñas al escenario para bailar «Corazón latino» y, luego, movió su cintura a base de «Ave María». Empezaba el adiós de un concierto extraño que se inició de día y que concluyó a la luz de las estrellas. Sin embargo, antes de irse, Bisbal quiso regresar al escenario para despedirse como tocaba. Vestido con pantalones blancos y un jersey negro, «Lucía» y «Te adoro» sonaron dentro de un pupurrí que abarcó varias canciones. Los gritos de «guapo» y los aplausos se apoderaron del concierto. Finalmente, Bisbal se despidió con un «bona nit». La velada terminaba con pocos dúos, un repertorio más amplio del malagueño y mucho cariño hacia Chenoa. La segunda parte, esta noche.