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M.JUNCOSA/ EFE Son Sant Joan afronta un segundo fin de semana de fuertes retrasos tras la decisión del sindicato de controladores aéreos (USCA) de instar a sus afiliados a no realizar horas extras entre hoy sábado y mañana domingo, como fórmula de presión contra Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), a quien acusa de incumplir el convenio colectivo. Por este motivo, Son Sant Joan afrontará hoy una jornada crítica puesto que registrará el récord de pasajeros de la temporada, con un tránsito superior a los 143.000 personas entre entradas y salidas.

Desde Aena-Palma se estima que los retrasos medios podrían ser de unos 30 minutos, con puntas de hasta cuatro horas, y los vuelos afectados unos 840, la mitad de los programados entre hoy y mañana, siempre que la protesta de controladores aéreos tenga el mismo seguimiento que la semana pasada. Según el secretario general del sindicato de controladores aéreos USCA, Rafael Cruz, Aena incumple los compromisos adquiridos en el convenio colectivo y en negociaciones posteriores aduciendo «una y otra vez» problemas para su resolución en los plazos acordados y con una actitud de «desdén».

Por su parte, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) aseguró ayer que no existen razones que justifiquen la medida de presión sindical a la que han sido convocados los controladores aéreos. AENA asegura que las posibles demoras en algunos aeropuertos dependerán del grado de seguimiento en las dependencias de control aéreo, al tiempo que reitera su compromiso de asegurar la calidad del servicio que presta tanto a las compañías aéreas como a los pasajeros.

Algunas compañías aéreas ya han tomado medidas respecto de la decisión de los controladores aéreos. La compañía aérea Iberia ha alertado a su personal para que «extreme» sus atenciones con los clientes para paliar los «desagradables efectos» que puede generar durante este fin de semana la negativa de los controladores de realizar horas extras durante el fin de semana. Iberia informará en sus mostradores de facturación a sus pasajeros de los posibles retrasos. Esta protesta de controladores perjudica especialmente a todos los aeropuertos turísticos españoles, y en especial al de Palma por su fuerte tránsito.