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Nadie podía sospechar ni el cómo ni el porqué de lo que ha pasado esta semana, pero está claro que habrá un antes y un después, con o sin prepotencias.

· Tempus horribilis para Sol Meliá y AOL Avant.
Los pequeños inversores ya ni miran los salmones para ver cómo evoluciona la Bolsa. El batacazo de los últimos veinte días ha dejado a más de uno con cara de t... Ahora resulta que los expertos y analistas achacan la caída a los últimos escándalos contables en Estados Unidos, el último de ellos el gigante AOL Time Warner. Y todo esto viene a cuento del varapalo que están recibiendo las hoteleras NH y Sol Meliá en estos días. Y no anda el patio para alegrías en la sede de esta cadena presidida por Gabriel Escarrer. Hay preocupación por lo que está pasando y por actuaciones financieras indirectas que pueden afectar su imagen y trayectoria. Al margen de que a la Bolsa no hay nadie que la entienda, hay actuaciones que tampoco nadie entiende, máxime cuando sus protagonistas son multinacionales. El último caso atañe al gigante de la comunicación AOL Time Warner, que ha sido denunciado ante los tribunales neoyorkinos por «engaño a los accionistas» y por «fraude contable». Curiosamente, AOL junto al Santander Central Hispano (SCH) conforman el núcleo duro del portal de internet AOL Avant, en el que también participan Editorial Planeta y Sol Meliá. El banco que preside Emilio Botín ya ha dado orden de venta de sus acciones y AOL Time Warner, a la vista de cómo evolucionan los acontecimientos, ha decidido hacer lo propio y buscar comprador de sus acciones. El proyecto estrella, a no ser que alguien lo remedie, va a quedar en agua de borrajas y el ParcBit podría perder a una de las empresas más emblemáticas y con mayor raigambre en la denominada «nueva economía». Y aquí, el mensajero, una vez más, no tiene la culpa de nada. Simplemente refleja hechos, sucesos y acontecimientos.

· Govern y CAEB.
Edgar Allan Poe hubiera disfrutado viendo cómo transcurría la reunión entre Govern (Antich, Sampol, Grosske, Mesquida y Alomar) con la cúpula de la patronal CAEB, con su presidente Josep Oliver al frente de la misma. En las dos horas que duró el encuentro hubo palabras y acusaciones de todo tipo. Fue muy dura y cada parte supo escuchar y defenderse. La situación de la economía balear y turística es delicada y los vaivenes políticos y luchas de intereses no tienen que entorpecer el futuro de las Islas. Está claro que al final, tanto «unos» como «otros», tragando sapos y culebras, han entendido que era el momento oportuno de tomar una decisión drástica e histórica: colaboración. Palabra en desuso desde julio de 1999 entre sector económico-empresarial y turístico con el Govern. El cambio de talante esgrimido por ambas partes, pese a no comulguen políticamente, ha abierto una puerta para restablecer el diálogo y la colaboración con el sector turístico, en concreto con la Federación Hotelera. Tiempo al tiempo.

· Fomento versus Alomar.
La formalización del convenio que dará luz verde a la creación de la oficina internacional de prensa para paliar las «noticias negativas» de Balears, permitirá a Celestí Alomar, Miquel Vicenç y Miquel Lladó darse la mano. No son buenas, por no decir inexistentes, la relación entre la Conselleria de Turisme y el Fomento del Turismo de Mallorca. El cruce de misivas y ver cómo los fomentos de Eivissa y Menorca, que tienen transferidas las competencias de turismo a los consells insulars, recibían dinero del Govern, destapó el tarro de los truenos, máxime cuando se habló de crear un «Ibatur privado» para lograr recuperar la imagen turística de Mallorca en Alemania. El conseller ha señalado que firmará el convenio a la mayor brevedad, pero mucho nos tememos que será ya otoño cuando ello suceda.