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La regata Breitling dio comienzo ayer con menos participación que en anteriores ediciones, pero, bueno, eso es en cuanto a lo deportivo. En la parte social, hubo escasez de rostros y personajes famosos que habitualmente siguen de cerca el ambiente festivo marinero de este torneo. El motivo de la falta de «famosetes» seguramente es la gran ausencia de su Majestad el Rey, del príncipe Felipe y de otros miembros de la Familia Real española, aunque quien sí participó a bordo de su embarcación fue la infanta Cristina.

En esta ocasión no estuvo Iñaki Urdangarín, quien en las últimas ocasiones, también se apuntó a la «movida». Con, también, menos público y curiosos de lo habitual, Porto Portals mostró tranquilidad en la primera jornada de esta regata. Algunas señora, «armadas» con camaritas de fotos, buscaban con cierta decepción famosos, incluso alguna se llevó la mano a la cabeza cuando se enteró de que Javier Merino, marido de Mar Flores, había pasado por delante de ella y ésta ni cuenta se había dado. Y es que el empresario se embarcó en un velero a bordo del cual participó en la regata, y a pesar de no haber estado su mujer, Mar Flores, por los alrededores de Portals, éste se tiró a la mar, varias veces, al igual que algunos miembros de la tripulación, para liberarse del calor que hacía.

El rey de Noruega, Harald, saludó efusivamente a la duquesa de Palma de Mallorca, que estaba charlando con Carlos Morales, marido de Alexia de Grecia. Cargando víveres en otro velero podíamos observar a Javier, el hermano de Antonio Banderas, ayudando al novio de Montse Martí, hija de Monserrat Caballé.