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El Consell de Mallorca rechazó ayer con los votos del Pacte una moción presentada por el PP en la que se instaba al Govern a retirar la ley de cupos. En el debate de la institución insular no intervino ningún miembro de Unió Mallorquina, lo que le valió serios reproches del PP. El conseller Antoni Llamas llegó a calificar de «vergüenza» el silencio de UM. Lamentó, además, que traspase la responsabilidad de intervenir «a otros grupos que no están invitados a comer los miércoles, que es cuando verdaderamente se deciden las cuestiones de ordenación del territorio».

El conseller del PP extendió sus críticas a todos los partidos del Pacte. Consideró que la «errática» política de Govern y Consell durante estos años ha provocado un «encarecimiento artificial» del 223 por ciento en el precio del suelo. Señaló que esta ley provocará un aumento del precio de la vivienda, no servirá para proteger el territorio y creará agravios entre los municipios más cercanos a Palma, que deberán soportar la presión urbanística.

La única intervención de la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, en este debate no fue para explicar la postura de UM, sino para explicar que el decreto de nombramiento del nuevo conseller, Josep Melià, ya ha sido firmado, por lo que tomará posesión en cuanto se publique en el Butlletí de la Comunitat.

El conseller del PSIB Salvador Cànoves contestó a Llamas que la ley será beneficiosa, si bien reconoció que, al tratarse de un texto novedoso en todo el Estado, presenta ciertas complicaciones jurídicas. Cànoves señaló que el texto está todavía en estudio, por lo que es posible que se incorporen cambios. En cualquier caso, destacó que permitirá frenar el actual ritmo de crecimiento. Si sigue el crecimiento de los últimos años, la densidad de población, que actualmente es de 150 habitantes por kilómetro cuadrado, puede llegar a los 500 en tan sólo 25 años.