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JUAN LUIS RUIZ COLLADO. ENVIADO ESPECIAL A BERLÍN
El conseller de Turisme, Celestí Alomar, anunció ayer en Berlín que el turismo alemán no está reaccionando como se esperaba, de ahí que se mantienen las previsiones de caída de turistas germanos en las Islas en un 12 por ciento para 2002, siendo el nicho de mercado más afectado el turismo familiar.

Alomar, que ha mantenido en los dos últimos días varios encuentros con representantes políticos de Los Verdes y el Partido Socialdemócrata alemán, así como con la Universidad de Dresden, manifiesta su preocupación por la evolución que está teniendo este mercado en las Islas, «nuestras previsiones de que el turismo alemán iba a evolucionar de forma positiva a finales del segundo semestre no se verán cumplidas, dada que la coyuntura existente indica que no se normalizará hasta bien entrado 2003. Hay preocupación por el hecho de que no evoluciona como se esperaba. Pero el que crea que esto se debe a la ecotasa, está equivocado. El problema no es una cuestión de precios, dado que hay razones más profundas que están relacionadas con un sentimiento de inseguridad. Balears debe ofertarse como un destino seguro y aunque ello comporte comercializar una oferta a precios superiores a la competencia, ello será compensado por los componentes inherentes al propio destino turístico balear, que son superiores a los de los principales países competidores. Somos más caros porque somos más seguros».

El responsable de la Oficina de Balears en Berlín, Pep Moll, aseguraba ayer en la capital alemana que en estos momentos hay «sensaciones negativas en el mercado turístico, principalmente porque la economía alemana no se ha recuperado como se esperaba y porque existe la idea de que el euro ha encarecido la vida».