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Transcurridos varios meses desde que Ultima Hora reunió por primera vez su Consejo de Mayores, con la intención de recabar la sabia opinión de personas de cierta edad que llevan a sus espaldas todo un tesoro de experiencias, ha llegado el momento de volver a convocar la reunión para indagar sus pareceres acerca de los asuntos que han saltado recientemente a la actualidad.

Nuevamente hemos contado con personas que han alcanzado a lo largo de sus dilatadas existencias algunas de sus metas "unos repitieron la experiencia y, a la vez, se unieron rostros nuevos", contando con el musicólogo Bernat Torrandell, el canónigo Bru Morey, el escultor Jaume Mir, el médico Bartolomé Mestre Fiol, el biólogo marino Miquel Oliver Massutí, el empresario Vicenç Rotger, la poetisa y actriz Catalina Valls, el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de la Tercera Edad, Juan Matas, el profesor Paco Homar, el glosador Pere Gil, el físico Miquel Ballester y el veterano periodista Manuel Santolaria, que ejerció de moderador.

El primer asunto que pusimos sobre la mesa fue el de las pensiones y la calidad de la asistencia a las personas de la tercera edad, aunque algunos apuntaron, con buen humor, que se encuentran ya en la cuarta edad. «Las pensiones están mal repartidas, hay muchas que ni siquiera llegan al salario mínimo interprofesional, si hablamos de las contributivas, porque las no contributivas ya son otra cuestión. Así que habría que exigir que al menos los que han contribuido durante quince años cobren el equivalente al mínimo profesional, que está en unas 70.000 pesetas», apunta Juan Matas. Y añade que «además, habría que reivindicar que las subidas salariales se hagan de forma lineal y no porcentual, porque tal como se hace ahora siempre salen favorecidos los que cobran las pensiones más altas».

«Si estamos en Europa para unas cosas "interviene Bernat Torrandell", hay que estar para todo y en esto de las pensiones estamos por debajo de cualquier país europeo».

Acerca de los servicios que en la actualidad ofrecen las administraciones públicas y la iniciativa privada para atender las necesidades de las personas mayores, la mayoría opina que son deficientes.