Se van muy contentos y prometiendo que volverán. Foto: JULIÁN AGUIRRE.

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Hoy finalizan las vacaciones para las personas del Imserso que han disfrutado unos días de estancia en la Isla. Ayer tarde partió hacia Santander el penúltimo grupo de 49 personas que quedaba en Mallorca. Con ellos estuvimos charlando momentos antes de abandonar el hotel Calma, de Can Pastilla, donde se han alojado durante quince días. La gran mayoría de ellos habían estado anteriormente en Palma, incluso para algunos era la séptima vez.

Aseguran que el balance no puede ser más positivo, pues les cuesta entre 30 o 40 mil pesetas la estancia y el traslado, con una atención "según ellos" exquisita. Afirman que lo han pasado muy bien. Ascensión y Milagros Bol son dos hermanas que están muy contentas con las visitas y excursiones que han realizado. «Sóller, comenta Asunción, es precioso, al igual que la Calobra, que es extraordinaria, y mira que nosotros en Santander tenemos lugares bonitos». Emilio, Pilar, Piedad y Francisco compartían una partida de cartas a la espera del autocar, han comido platos y productos típicos de la Isla y no ocultan su satisfacción y la posibilidad de volver a Mallorca.

Alguno, como a Manuel García, le encantaría que en vez de estar quince días de vacaciones podrían estar hasta seis meses, ya que «es fantástico el clima, la gente, el lugar. En verdad, Mallorca es como un pequeño paraíso». Eso sí, la gran mayoría de ellos cargan, junto a sus maletas, numerosas ensaimadas para la familia, y es que, como dice Milagros, «el dulce no amarga y la ensaimada está riquísima». Otros, como Jesús Canales, Ramón López o Carlos Sordo, se miran la barriga y comentan: «Nos llevamos algunos kilos de más». Y es que han comido de todo y en cantidad. Durante estos quince días no han gastado más de diez mil pesetas cada uno, pues lo tenían, a excepción de las excursiones, todo pagado.