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Rosa López confesó ayer que perder en el Festival de Eurovisión el pasado sábado en Tallin le ha «desanimado muchísimo» por el hecho de que en España se había creado «mucha expectación» y se daba por hecho que los chicos de 'Operación Triunfo' ganarían en Estonia. Para Rosa, ganar Eurovisión «es lo de menos» porque «lo que cuenta es que nos lo hemos pasado muy bien» y dijo que lo que más lamenta es «haber quedado en séptimo lugar». Rosa insistió en que «no se ha caído el mundo» y explicó que, antes de salir al escenario en Tallin, «no teníamos en mente ganar; sólo pensábamos en España y quererla mucho, por eso fue muy bonito salir ahí y ver todo de banderas en alto». La cantante mostró su alegría por el triunfo de un país como Letonia en el festival y dijo que «ya está bien que alguna vez gane un país chiquitillo».

La popular artista de Armilla sólo señaló «los tacones» como lo más molesto durante el festival y, preguntada sobre si el vestido que le pusieron para actuar era de su gusto, dijo: «Es muy bonito pero es lo que menos importa, a mí como si hubiese salido en zapatillas». Pensando en el futuro Rosa explicó que, ahora, lo que más le preocupa es echar adelante su carrera y, en primer lugar, la promoción de su disco y «no decepcionar» a los fans que la esperan en los conciertos.

Junto a Rosa, el coro compuesto por Geno, Gisela, Chenoa, Bustamante y David Bisbal explicaron que se lo pasaron muy bien aunque confesaron que, finalizada la actuación se fueron «a las habitaciones a llorar mucho», apuntó Chenoa. Ésta se unió al mensaje patriotista de Rosa y agregó: «Lloramos por España, porque la queremos mucho y había muchas expectativas depositadas en nosotros». Por su parte, Bustamante afirmó que el coro y Rosa forman una «gran familia» y «eso no lo rompe nadie». Además, los compañeros de la concursante española coincidieron en señalar que se hizo con los 23 países participantes y que todos los demás artistas se paraban a saludarla y se ponían a cantar 'Europe is living a celebration' en cuanto la veían.

Un asunto que levantó polémica en la rueda de prensa fue la llegada del equipo de Eurovisión el pasado domingo en el aeropuerto del Prat (Barcelona) donde unos 2.500 fans se quedaron con las ganas de ver a sus ídolos derrotados en Estonia. El productor de 'Operación Triunfo', Toni Cruz, entonó el mea culpa y dijo que «la organización de la vuelta de los chicos fue un desastre y de ello tiene toda la culpa nuestra productora, Gestmusic». «Si quereis me arrodillo», agregó. Según explicó Cruz, la productora no había previsto que en el aeropuerto se concentrase tal volumen de fans y que la terminal no disponía de la suficiente cantidad de agentes de seguridad.