El alcalde de Palma, Joan Fageda, inauguró ayer la Feria de Abril, que termina el día 11. Foto: T.AYUGA.

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El clima acompaña, las ganas de fiesta también y las fechas, que anuncian anticipadamente el verano y el jolgorio, se prestan a la diversión. Por eso todos los amigos de la alegría se dieron cita ayer "y lo harán en adelante, hasta el próximo 11 de mayo" en la Feria de Abril de Palma. El alcalde de Ciutat, Joan Fageda, fue el encargado de dar el sus de esta feria al más puro estilo sevillano "acompañado por el coro rociero" que se celebra en nuestra ciudad desde hace trece años, acompañado por Fausto Ferrero, del Grup Fer, y Pedro Anaya, presidente de la Casa de Andalucía, y varios concejales.

Un acto que contó también con la presencia del Lobby per la Independència, que protestó por la celebración con fondos públicos de una fiesta forastera. Treinta casetas extendidas a lo largo de 5.200 metros cuadrados "entre ellas la del Grup Serra" garantizan desde anoche la diversión para todos los gustos, siempre que a uno le tire lo andaluz, claro. Aunque en esto, como en todo, hay también para elegir. Desde la música flamenca y el baile, hasta las exhibiciones ecuestres, los productos de la tierra y las llamativas vestimentas.

El programa de actos organizado por el Ajuntament de Palma cuenta con diversas actividades, como las actuaciones de la Policía Local Montada de Gala, anoche y el domingo día 5 de mayo a mediodía; la exhibición de los carruajes de la Yeguada Ferrero, también anoche, con motivo de la inauguración; el espectáculo ecuestre de hoy, día 1 de mayo, festivo, a mediodía, y el próximo sábado día 11; el concurso de doma vaquera, el sábado a las seis de la tarde; y la misa rociera el domingo 5 de mayo a mediodía. Cada día laborable la feria se abrirá a las 17.00 horas y se cerrará a las tres de la madrugada. En jornada festivas el horario será de 23.00 a 5.00 horas.

Pese a lo apretado del programa, la verdadera fiesta la ponen los ciudadanos, que se acercarán al recinto ferial en masa para gozar de las noches frescas, del fino y el jerez, del jamón, del pescaíto frito, de los volantes y las sevillanas, la rumba, la copla... Y, también, cómo no, muchos turistas querrán vivir, aunque sea de lejos, el más típico ambiente sevillano.