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Ana Allende tenía que tomar parte en cuatro capítulos de la popular serie de televisión «Cuéntame», que narra las vivencias de una familia media española en el tiempo de los últimos coletazos del franquismo, pero la respuesta del público frente a su personaje, Marta, ha sido tan efusiva que su participación en la serie se ha hecho casi imprescindible y todavía continúa en ella. Ayer, la joven se desplazó a Palma para representar esta serie de TVE dentro de la nueva sección del Festival del Cine Illes Balears dedicada a la televisión. La joven actriz habló sobre la televisión, anunció algunos cambios en la serie y reivindicó la vigencia de la producción en la que trabaja al afirmar que «todavía hay mucha gente que tiene cosas que contar sobre la España del tiempo de Franco».

Ana demuestra ser una joven comprometida al afirmar, sin dudar, que «España es todavía sólo un país libre entre comillas» y que «la realidad que cuenta 'Cuéntame' no es todavía tan lejana como podemos pensar», y subrayó con énfasis la necesidad de que existan personajes como el que ella interpreta. Aún así, puso de relieve que en un contexto como el de la serie «no sabría cómo actuaría, aunque el miedo tiene un límite». Es precisamente en el símbolo de lucha por la libertad que representa su personaje con lo que la actriz se siente personalmente más identificada.

En cuanto a la serie, la actriz anunció un gran cambio de orientación a raíz del cual su personaje se volverá «mucho más dramático». La participación en esta serie le ha servido para aprender bastante, sobre todo para «trabajar con una rapidez» que no es propia del cine ni del teatro, donde antes había trabajado. Pese a ello, no negó que la oferta televisiva actual no le gusta demasiado, destacando que sólo ve su serie y los dibujos animados de la familia «Simpson». En la actualidad tiene en perspectiva participar en un proyecto cinematográfico que no quiso adelantar.
Respecto a su nueva faceta como «famosa», revela que en cierto modo le gusta que le reconozcan por la calle, le pidan autógrafos y se valore su trabajo, aunque en ocasiones esta popularidad puede llegar a ser agobiante y es entonces cuando Ana Allende añora el anonimato del que gozaba antes de embarcarse en esta aventura televisiva que le ha hecho popular en toda España.