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La Asociación Española de Compañías Aéreas, AECA, pide al Govern que anuncie de forma inmediata la paralización del impuesto turístico balear «para poder recuperar la venta de reservas en los mercados emisores del norte de Europa y salvar la temporada de verano», dijo ayer el presidente de la patronal, Felipe Navío, durante la conferencia que pronunció ayer en la Fundació La Caixa, invitado por el Centro de Directivos de Balears. «Aplazar la decisión sería un error porque no tendríamos el margen de tiempo suficiente para transmitir información positiva en los mercados y dinamizar las reservas entre los turistas que todavía no han decidido donde pasarán sus vacaciones a precios más competitivos», dijo Navío, «lo que no se haya vendido, en grandes números, antes de Semana Santa será difícil de recuperar a posteriori», añadió.

El presidente de las compañías aéreas españolas, con la excepción de Iberia, resaltó, por otra parte, la «desconsideración» que el Govern balear muestra sobre una industria aérea que genera 7.000 puestos de trabajo directos y 21.000 indirectos en las Islas, al tiempo que garantiza flujos turísticos mínimos, por el hecho de tener sus bases de operaciones en Mallorca. «Otras autonomías, caso de Madrid o Comunitat Valenciana -continuó el presidente de AECA- están incentivado a las empresas de aviación para que trasladen sus bases de operaciones a sus respectivos territorios, mientras el Ejecutivo balear no de muestra sensible a la hora de acometer infraestructuras para potenciar la presencia del sector en BAlears, caso del polémico hangar de mantenimiento».

Felipe Navío criticó también a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, AENA, por imponer unas tasas aeroportuarias que están «fuera de la realidad» del sector. «No tiene sentido ganara el año pasado unos 150 millones de euros en concepto de tasas mientras las aerolíneas recortaban vuelos y plantillas tras la crisis que desencadenaron los atentados del 11 de septiembre». Para el presidente de la patronal, el aumento de tasas aeroportuarias y de navegación que AENA impone a las aerolíneas desde principios de año, son un lastre que se une a los sobrecostes del servicio de tierra (handling) causados por el «duopolio o monopolio encubierto» que ostenta Ineuropa e Iberia, y a unos elevados costes por prestaciones de Seguridad Social.