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«Es falso que haya intentado fomentar el voto a favor del PP, porque eso es imposible y además va en contra de la cultura democrática de más de 150 años del Uruguay», declaró ayer María Inés Sapriza, la ciudadana uruguaya, notario de profesión, en el transcurso de su comparecencia de cinco horas en el TSJB en calidad de testigo en el «caso Formentera». Sapriza fue citada por el juez instructor, Antoni Monserrat, para que explicara bajo qué conceptos y objetivos fue contratada por el Instituto Balear de Desarrollo Industrial (IBDI) por al anterior Govern del PP que presidía el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. Dijo en ese contexto que fue contratada para realizar unos estudios jurídico- comerciales para la promoción comercial de productos baleares en Uruguay.

Le preguntaron si había promocionado de alguna manera el voto para el PP en las pasadas elecciones autonómicas de 1999, y su respuesta fue rotunda: «No sé nada de elecciones ni de votos, ni siquiera del Partido Popular». También negó haber tenido relaciones con el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) y haber hablado con alguien sobre votos. Dijo que había concurrido a una cena con más de 300 comensales cuando el presidente Matas viajó a Montevideo. Saludó a Matas porque éste le dio la mano, al igual que a todo el mundo allí presente, y aseguró que no tiene ninguna relación con algún miembro del Govern.

Le preguntaron cómo y por qué había venido a Palma y respondió que el abogado Rafael Perera le había llamado por teléfono rogándole para que viniera y aceptó porque sabía que tenía que declarar en Uruguay. Perera se ofreció a abonar los costes de su estancia, al igual que los de Paulina Riera de Kunte. Esta iniciativa de Perera fue muy criticada por la acusación particular que mereció una protesta por parte del letrado José Zaforteza, quien dijo que se estaba «poniendo en duda la honorabilidad del señor Perera». Sobre esta cuestión, Perera dijo: «María Inés Sapriza dejó muy claro que me conoció hoy y que sólo había hablado conmigo por teléfono. Es mucho mejor que las dos testigos declaren en Palma que en comisión rogatoria, ya que creo que así he facilitado lo que el juez había acordado hace seis meses, porque todas las partes han podido preguntar todo lo que han querido».