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La tasa de accidentes laborales en Balears "número de accidentes por cada 1.000 trabajadores ocupados" ha registrado en 2001 un descenso del 2'4 por ciento con respecto al año anterior, según informó ayer la Conselleria de Treball i Formació. Desde 1999 se está registrando en las Islas una destacada desaceleración en esta estadística que ha culminado con este descenso durante 2001 y que ha situado a las Islas como la sexta comunidad autónoma donde más ha bajado el índice de incidencia durante 2001.

Este descenso, señala la Conselleria de Treball i Formació en una nota informativa, es compatible con un incremento del número total de accidentes laborales (630 más en 2001) debido al crecimiento de la población total ocupada durante el pasado año en relación a 2000 "en concreto, unas 14.400 personas más" con respecto al año anterior. La Conselleria dirigida por Eberhard Grosske recuerda que le indicador más fiable para conocer esta problemática es la tasa de accidentes laborales, un elemento que emplea el Ministerio de Trabajo para realizar comparaciones entre comunidades autónomas y con otros países.

Esta inversión a la inversa «nos anima, junto a la colaboración de empresarios y trabajadores, a continuar luchando contra los accidentes laborales», afirman desde la Conselleria de Treball i Formació del Govern. Por otra parte, tal y como ya explicó días pasados el conseller Grosske, en el transcurso de la reunión del Consell Balear de Salut Laboral, en los datos finales sobre siniestralidad laboral es importante tener en cuenta la labor de vigilancia y divulgación que ha llevado a cabo el Govern desde que se produjo el accidente del Hotel Tívoli.

En este contexto se han llevado a cabo importantes campañas de prevención de riesgos laborales y se ha contado con un importante elemento de contacto directo con los ciudadanos el servicio de emergencias de 112 que, en sólo tres meses, ha triplicado las denuncias ciudadanas sobre riesgos laborales y, según se apunta desde la propia Conselleria de Treball i Formació, se ha conseguido una mayor concienciación de los propios empresarios y trabajadores que son, al fin y al cabo, quienes primero padecen las consencuencias de la siniestralidad.