La terapia corporal de Carmen Bazán ayuda a las mujeres a rescatar su esencia femenina. Foto: T.M.

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Las mujeres han padecido durante años la presión de una mentalidad machista de la que cuesta bastante recuperarse. El sentimiento de sentirse como un simple objeto y no como un ser humano equiparable al hombre ha provocado en ellas una resaca a la que deben sobreponerse. La psicoterapeuta Carmen Bazán propone para ello una terapia de búsqueda de la mujer, en la que se utiliza el cuerpo, el movimiento y la reflexión. La inició a principios de este mes en Sant Joan y se prolongará durante tres meses, pero existe ya una propuesta por el Institut de la Dona para organizarlo también en Palma .

"¿Cómo puede la mujer encontrar de nuevo la esencia perdida?
"La terapia se basa sobre todo en la exploración propia desde el sentir de la mujer. Mi forma de trabajo parte de una idea muy corporal, para buscar la esencia de la mujer desde el cuerpo.

"¿Por qué concede tanta importancia al cuerpo?
"Porque es nuestro espacio vital, que tiene una doble función: almacenar y expresar. Nuestro cuerpo es un continente que posee un contenido. El continente sería nuestra forma y frontera, el límite propio, nuestro territorio. Y el contenido estaría compuesto de los paisajes individuales que cada uno tiene. Por ejemplo, todos poseemos una historia personal, una información genética, educativa y social. A partir de ella nos hemos configurado y hemos construido un cuerpo propio.

"¿Cuál es la finalidad de este trabajo corporal?
"El cuerpo es el inconsciente, nuestra memoria de lo que sabemos y de lo que ignoramos. Trabajar con él implica acercarnos a la esencia de nuestro ser; para ello hay que aprender a observarnos, escucharnos, sentirnos, darnos un tiempo para modificar, cambiar, crear nuevas estructuras y nuevos mecanismos de defensa. Debemos regular el tono muscular y organizar nuestra energía corporal.

"¿Necesita la mujer un refuerzo por toda la carga que le ha supuesto conseguir la igualdad?
"La mujer ha reivindicado unos derechos masculinizándose, perdiendo sus auténticos valores femeninos, porque eso era símbolo de poder. Por esta razón, la mujer debe ahora recuperar lo femenino, desde la propia esencia de la naturaleza.

"Después de una incansable lucha, la mujer ha conseguido abrirse paso entre la sociedad, ¿es éste el siglo de la mujer?
"La mujer ha sido educada para ser la gran cuidadora, la gran madre, supeditada al deseo de los otros. Por ello tiene difícil crearse un espacio propio, lo que ha acumulado una profunda rabia. Ahora es el momento de salir hacia fuera y acabar con esa rabia.

"Y ¿cómo deberíamos salir hacia fuera, desde la revancha o desde el sentimiento pacifista?
"Debemos salir al exterior de manera pacífica, evitando el odio hacia lo masculino y aportando nuestros valores femeninos. No debemos caer en el error de castrar el falo. Lo ideal sería conseguir la integración de lo femenino y lo masculino tanto en el hombre como en la mujer.