El Govern balear presentó ayer la maqueta de la futura residencia
psicogeriátrica. Y con el fin de darle la importancia que merece
este nuevo edificio en cuanto supone de «dignificación» de los
enfermos que durante años han estado «abandonados» en el
Psiquiátrico "utilizando palabras de la conselleria de Sanitat i
Consum, Aina Salom", la presentación se realizó en el Consolat de
Mar y con la presencia del president del Govern, Francesc
Antich.
Esta residencia para personas mayores con problemas de salud
mental se ubicará en el actual pabellón del Psiquiátrico que se
conoce como «Casa Gran» y que es el que ha experimentado un mayor
deterioro. Las personas que habitan este edificio se recolocarán en
los otros pabellones mientras se prolonguen las obras, que
supondrán la recuperación del edificio original de principios del
siglo XX mediante la demolición de las construcciones añadidas en
1965. Su coste se estima en unos 700 millones de pesetas y su
apertura se prevé para finales de 2002 o principios de 2003. Tendrá
una capacidad para 76 personas en 38 habitaciones todas con baño
asistido. Asimismo, se creará una unidad de atención máxima, con
una zona de vigilancia extrema las 24 horas del día.
Aina Salom recordó el «deplorable» estado en que se encontraba
el Psiquiátrico al llegar al Govern, definiendo el hospital como
una «loquería» y una «prisión con un grave estado de deterioro de
todos sus pabellones». «Lo más terrible era que las 200 personas
que estaban en el recinto psiquiátrico carecían de las condiciones
óptimas de dignidad y justicia social que se merecían», señaló.
«Nos encontramos con 80 pacientes que entraron cuando eran
adolescentes por una enfermedad mental y tras 30-40, o más, años
además de su patología habían envejecido y se les debía devolver su
dignidad. Con este proyecto además de rehabilitar este edificio y
los jardines, devolveremos la dignidad humana y la estima a estas
personas y que se les había negado».
Por su parte, el president Antich destacó la mejora de la
calidad que el Govern está propiciando de «lo público» y eso es «en
favor de todos los ciudadanos» y especialmente «de los que tienen
más dificultades». «Yo también fue al Psiquiátrico al poco de
acceder al gobierno y la impresión fue muy fuerte. Los enfermos que
están allí no se merecen que se les trate como si estuvieran en una
prisión sino que tienen derecho a una estancia en dignidad» aseveró
Francesc Antich.
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