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La entrada en vigor del euro despojará a Balears de unos de sus principales argumentos para atraer más clientes a sus zonas vacacionales: los precios a la baja. Así queda de manifiesto en un estudio realizado por un equipo de profesores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) presentado ayer en Sa Nostra. Básicamente, las Islas dejarán de ser un destino «barato» con el euro lo que requerirá cambios sustanciales en el modelo turístico actual. En otras palabras, Balears será un destino «doméstico» en el seno de la Unión Europea, lo que también lleva aparejadas ventajas.

Javier Rey-Maquieira, uno de los autores de este trabajo, que en 1998 ganó el premio de investigación de «Sa Nostra», aseguró que el principal sector de la economía balear está «acostumbrado a competir con precios bajos», algo que deberá cambiar con la unión monetaria. «Balears se verá obligada a mejorar su calidad y a subir precios, a invertir en capital humano (mediante formación) y potenciar la investigación», indicó. «Nuestro nivel de formación está entre los más bajos de España, por eso hay que mejorar», agregó Antoni Riera, otro de los autores del estudio, que se refirió al medio ambiente como una de las «ventajas competitivas de Balears para obtener beneficio».

El proceso de adaptación de la economía balear al euro «ya ha empezado», de acuerdo con el estudio, y buena prueba de ello es que la presente temporada se ha salvado, en parte, gracias a la afluencia de turistas procedentes de Inglaterra, por la ventaja existente en el cambio de libras esterlinas a pesetas.

El director general de «Sa Nostra», Pere Batle, dijo que la economía balear ha superado a lo largo de su historia diversas vicisitudes y estados de crisis y consideró que la entrada del euro «no será la excepción». De hecho, el estudio que han elaborado los especialistas de la Universitat menciona toda una serie de consecuencias positivas implícitas en la unión monetaria, como «la previsible bajada en los tipos de interés, la mayor transparencia de los mercados o la estabilidad de precios, que, como en el resto de Europa, también se dejarán sentir en Balears».