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Un total de 61 embarcaciones se han inscrito en la XVII edición del Trofeo Almirante Conde de Barcelona, que hoy dará comienzo en Palma con la primera regata. Un cifra muy inferior a la de otros años, en que se presentaron más de noventa barcos y cuya ausencia se atribuye a la celebración del 150 aniversario de la Copa América, que ha congregado a un elevado número de veleros de época en Gran Bretaña.

El trofeo se compone de cuatro regatas que se celebrarán los días 22, 23, 24 y 25 reservándose el domingo la Gran Parada y la ceremonia solemne de Entrega de Premios. Ayer noche el Ajuntament ofreció la tradicional recepción de bienvenida en el castell de Bellver a los armadores participantes presidida por el alcalde Joan Fageda. El encuentro internacional está organizado por la Fundación Hispania y desde sus inicios se ha disputado en aguas de Balears.

Entre las embarcaciones pertenecientes a catorce países, destacan veteranos ganadores de pasadas ediciones como el velero mallorquín Rosendo de Eduardo Jardón, diseñado por el mestre d'aixa Pau Ferrer, de forma artesanal en Palma en 1948 y que obtuvo el trofeo el pasado año o el italiano Samurai, con un prestigioso palmarés deportivo en sus cuadernos. Junto a ellos, participan históricos pailebotes mallorquines como el Isla Ebusitana o el Thopaga, yawls y quetches, producto de legendarios diseñadores aparejados con velas cangrejas o Marconi (como Sparkman & Stevens o William Fife), el buque escuela italiano Capriccia y ejemplares tan particulares como el Bibalot II, diseñado para la navegación lacustre.

Un elenco de auténticas piezas de coleccionista, muchas de ellas en manos de los herederos de sus armadores pioneros. Así, la posesión de estos clásicos de la mar no implica necesariamente el poseer un gran poder adquisitivo, sino sobretodo una pasión por los barcos de época y el sacrificio que exige su conservación, indica Luigi Pavese, al mando del Samurai.