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JOSEP MARIA AGUILÓ / PEP MATAS El pasado sábado acudieron al concierto de Alejandro Sanz, en el estadio Lluís Sitjar, alrededor de 25.000 personas. Sin embargo, el aforo máximo tendría que haber sido de 18.750 personas, según confirmaron a diversas fuentes. «Las medidas de seguridad requeridas para un concierto de estas características así lo aconsejaban, pero el aforo se superó en unas seis mil personas. Afortunadamente no pasó nada», indicó una de las personas consultadas.

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El concierto transcurrió sin incidentes, y tan sólo se produjeron algunos desmayos y lipotimias, que fueron atendidos rápidamente por los voluntarios de la Cruz Roja desplazados hasta el Lluís Sitjar. Por otro lado, aunque relacionado también con las medidas de seguridad, el edil de EU-EV en Cort Jordi López denunció ayer que «no hubo ningún retén fijo de bomberos en el concierto del sábado», dijo. «Siempre que hay un concierto o un partido de fútbol hay un retén fijo de bomberos por si se produjera algún incidente», indicó, y señaló: «La circunstancia de que en esta ocasión no hubiera dicho retén podría estar relacionada con el hecho de que no había voluntarios para cubrirlo».

López recordó que, hasta hace pocos meses, este tipo de servicios especiales los cubría personal que tenía la jornada libre y al que se le abonaba como horas extras. «Sin embargo, los bomberos aún no han cobrado las horas extras de este año, por lo que ninguno de ellos se apunta ahora para hacerlas», concluyó López. Por su parte, desde el Ajuntament de Palma se señaló que la legislación actual no establece que tenga que haber un retén fijo de bomberos en un acto de estas características.

Desde Cort se destacó que se tomaron todas las medidas de seguridad necesarias para actuar en caso de que hubiese sido necesario. Así, se señaló que había un retén especial de guardia en el cuartel central del Parc de Bombers de 37 efectivos y se añadió que durante el concierto una dotación recorrió en dos ocasiones los alrededores del estadio Lluís Sitjar. En el interior y en las cercanías del propio estadio había, asimismo, un retén especial de la Policía Local, otro de la Policía Nacional, y diversas dotaciones de vigilantes de seguridad privada.