El Consell quiere que la proliferación de grúas desaparezca del paisaje de Mallorca.

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En la misma sesión de la Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca que rechazó el sistema de cupos para otorgar licencias de obras de Calvià, el vicepresidente del Consell y portavoz de Unió Mallorquina, Miquel Nadal, anunció una nueva moratoria que afecta al suelo urbano y urbanizable. La suspensión de licencias entró en vigor ayer (fecha del anuncio), aunque no será aprobada hasta finales de mes por el pleno del Consell, y estará vigente hasta que sea aprobado el Plan Territorial de Mallorca (PTM). Rafel de Lacy, conseller d'Ordenació Territorial del Consell, apuntó que la aprobación inicial del PTM está prevista para abril de 2002, de modo que la moratoria tendrá una vigencia nueve meses. En este plazo se diseñará el modelo territorial deseado por el gobierno de Mallorca. Por si acaso, de Lacy mandó un aviso a los promotores: «Que mañana (por hoy) no vayan a presentar licencias porque no se las darán».

Miquel Nadal explicó que la suspensión de licencias «permitirá afrontar el Plan Territorial sin ningún tipo de presión» y recordó que con este tipo de actuaciones UM demuestra su voluntad de proteger el territorio y «ralentizar el crecimiento, en la costa y en el interior». La suspensión de licencias afecta básicamente a los macroproyectos urbanísticos y a los bloques de pisos (incluidas las viviendas de protección oficial), apartamentos y viviendas adosadas en un mismo solar. Nadal enumeró las excepciones de la moratoria, que son las licencias para rehabilitar edificios, las viviendas unifamiliares, los nuevos hoteles que a cambio supriman plazas obsoletas, los equipamientos públicos (colegios, polideportivos, centros sanitarios...) y los inmuebles comerciales e industriales. En el suelo rústico, donde sólo se autorizan viviendas unifamiliares, no hay razón de ser de la moratoria. La filosofía, según Nadal, es un solar, una vivienda; una parcela, una vivienda; y evitar la proliferación de grúas que actualmente se ve en algunos puntos de la costa de Calvià o del interior, como es el caso de Marratxí, por citar dos ejemplos.

PP y UM unieron ayer sus votos en la CIUM para rechazar el sistema de cuotas en la concesión de licencias de obras que había solicitado el Ajuntament de Calvià. UM se amparó en el dictamen del Consell Consultiu. «Jamás hemos votado en contra de un dictamen del Consell Consultiu, que es el máximo órgano de asesoramiento», dijo Nadal para justificar el voto de UM. Los representantes del PSOE, PSM y EU-Els Verds votaron a favor y coincidieron con la alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera, en que se trató de una decisión política «porque hay informes jurídicos en ambos sentidos».