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«Entre todos están destruyendo el turismo en Balears». Así de contundente se mostró el presidente del Grupo Sol-Meliá, Gabriel Escarrer, al opinar sobre la huelga del transporte terrestre, que colapsó los aeropuertos de Balears el pasado fin de semana, afectando a cerca de medio millón de pasajeros y asestando un duro golpe a la imagen turística de las Islas. Esto fue, precisamente, lo que más lamentó Escarrer en la conversación telefónica que mantuvo ayer con Ultima Hora desde México. «Esto (el conflicto) es nefasto, deplorable. En Balears sólo hay noticias negativas sobre el turismo desde hace un año. No creo que haya un único culpable, en absoluto, hay muchos, pero alguien tiene que intervenir para poner freno a esta situación», afirmó.

El empresario mallorquín dijo que había seguido con mucha preocupación la huelga de los conductores de autobuses. «Es lamentable la imagen que hemos dado. En Sol- Meliá ya estamos recibiendo las primeras cancelaciones de viajes y es normal, porque el turista lo que desea es paz y tranquilidad y parece que nos empeñamos en todo lo contrario». Escarrer insistió en que Balears, en general, y Mallorca, en particular, debe lanzar un mensaje claro y diáfano a todos los mercados emisores de turismo. «Somos un destino vacacional por excelencia y no es verdad que queramos prescindir de determinados clientes porque todos son importantes para nuestra economía», explicó.

Al igual que el presidente del Grupo Sol-Meliá, la mayoría de empresarios vinculados al sector turístico trazaron un panorama desolador tras los paros del transporte. El touroperador alemán TUI, por ejemplo, desvió el pasado fin de semana hasta Lloret de Mar (Girona) a más de 700 turistas de esta nacionalidad que tenían previsto pasar unos días de vacaciones en Mallorca, a causa de la huelga del transporte por carretera, según informó la federación provincial de Hostelería de Girona.

El portavoz del mayorista en Balears, Juan Carlos Alia, dijo que ese dato «no le constaba», aunque dijo que en un volumen global de 10.000 pasajeros, que fueron los que atendió TUI el pasado fin de semana, «esa cifra no es significativa y en todo caso no es atribuible a pérdida de negocio, porque sólo fue un desvío de clientes».