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He vivido en siete países y en cada uno tengo un trocito de corazón». Nació en Massachusetts (EE UU) y, a sus 32 años, Tiffany Blackman, directora de Ibatur desde hace poco más de un año, ha dado físicamente la vuelta al mundo, ha recorrido países exóticos y románticos e incluso en algunos de ellos ha saboreado experiencias inolvidables, pero nunca creyó que en Mallorca pudiera echar raíces. Entre sus aficiones, es una fanática de la lectura y una adepta a la música, sobre todo el jazz.

"¿Cómo llegó a la Isla?
"Toda mi vida ha estado relaccionada con el mundo de la moda, he trabajado como periodista, como relaciones públicas, como directora de tiendas, relacciones de prensa, comercial e incluso creé mi propia línea de diseños de sombreros, pero mi conexión con Mallorca fue a través de Camper, donde fui relacciones públicas de la empresa.

"De todos los países que ha recorrido, ¿con cúal se queda?
"He vivido en siete países y en cada uno tengo un trocito de mi corazón. En Italia tengo un amor infinito. Milán no me gusta pero tengo mis mejores amigos allí. En Suiza tengo mi sitio para olvidar el mundo. En Zimbabue tuve la sensación más impresionante que he tenido en mi vida y me daría miedo volver, porque me gustó tanto que no querría quitármelo de encima. Y luego, un sitio donde me dejé un trocito de mi corazón fue en Zanzíbar, era mi sueño desde niña y lo conseguí hace un año. Mallorca es un sitio donde alguien me dijo: «Aquí tú echarás raíces» y creo que así es.

"¿Cómo definiría el perfil del turista que nos visita?
"Nuestro turista tiene cabeza de león, cuerpo de rinoceronte y patas de elefante, vamos algo imposible.