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A las once de la mañana de ayer, Teodor Úbeda, obispo de la diócesis de Mallorca, presidió la solemne misa en la parroquia de la Santísima Trinidad, titular de la barriada de Foners. A su lado se situaron dos concelebrantes muy significados en la historia de este templo, Joan Servera y Miquel Gual, ex párroco y párroco respectivamente del mismo, amén de otros sacerdotes que en algún momento determinado de esas cinco décadas prestaron sus servicios en la parroquia, así como algunos párrocos de parroquias vecinas.

«Falta únicamente Bartolomé Jaume, el que fuera primer párroco de la Santísima Trinidad» se lamentó el titular Miquel Gualpero. «Desgraciadamente, él ya no se encuentra con nosotros en este mundo. Pero le vamos a recordar durante la misma», añadió.

Cerca de una hora antes se iban ultimando los preparativos de tan gran acontecimiento "porque cincuenta años tienen su peso", a la vez que, poco a poco, se iba llenado el templo de fieles que iban ocupando los bancos hasta llenarlos a rebosar. Como en los grandes días.

Acompañó la celebración la Coral de Mallorca, que a lo largo de la misma ofreció lo mejor de su repertorio. Asistieron miembros de la AAVV de Foners, barriada a la que pertenece dicha parroquia, y en las primeras filas de bancos se sentó la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, no sólo en calidad de lo que representa, sino también como vecina y feligresa que es de la citada parroquia; y la concejala María José Frau, que acudió en representación del Ajuntament.