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A diferencia de lo que ha ocurrido en otras comunidades autónomas, en Balears no se han planteado problemas entre el colectivo de farmacéuticos por la venta de la «píldora del día después», según aseguró ayer el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Balears, Antoni Real.

El Código de Ética y Deontología de los farmacéuticos establece la posibilidad de que este colectivo de profesionales pueda apelar a la cláusula de conciencia cuando lo considere oportuno, y a dicha cláusula se han acogido farmacéuticos de otras comunidades autónomas. «En Balears, no ha habido incidencias por la venta de la píldora, ningún farmacéutico ha planteado este tema», señaló Antoni Real.

Atendiendo a la polémica social que ha suscitado la venta de la «píldora del día después» por parte de quienes la consideran como un abortivo y no como un anticonceptivo, el Colegio de Farmacéuticos ha difundido entre sus colegiados una circular en la que da a conocer el contenido de un informe jurídico que deja a salvo la libertad de cada farmacéutico para administrar o no la «píldora». Sin embargo, desde el Colegio se recomienda que se administre, siempre con receta médica, porque por algo la ha recetado un profesional de la medicina.

En ese sentido señaló Antoni Real que se pueden plantear problemas ante los tribunales si un farmacéutico se niega a vender la «píldora», siempre bajo prescripción médica. En la circular difundida el 17 de mayo se advierte que «la cláusula de conciencia, aún cuando proteja el derecho de los farmacéuticos, tiene límites en la profesión porque no se puede negar un medicamento prescrito, por lo que existe la obligación de venderlo».