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Los consellers de Treball i Formación y de Benestar Social, Eberhard Grosske y Fernanda Caro, respectivamente, pedirán una entrevista con la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, para solicitarle una aplicación «flexible» de la ley de extranjería en Balears y para negociar la integración en el mercado de trabajo de los inmigrantes «sin papeles».

De esta forma, el Govern balear pide ayuda a Cirer para encontrar fórmulas que lleven a la «regularización» de un colectivo, formado por entre 10.000 y 20.000 inmigrantes, que trabajan en las Islas «en situación de explotación, sin cobertura sanitaria ni posibilidad de obtener prestaciones», aseguró Grosske al mismo tiempo que abogaba por desbloquear una situación ante el riesgo «de que se radicalice».

El conseller de Treball recordó que existen en las Islas muchos empresarios «que buscan mano de obra» y aseguró que la labor de su departamento es «proponer un punto de encuentro que beneficie a ambos sectores». En este sentido, Grosske anunció la convocatoria para mañana de la Mesa de Diálogo Social y que con sus conclusiones, y con las que surjan de las negociaciones con Cirer, elaborarán un plan de actuación.

Los estudiantes apoyan a los inmigrantes
Los inmigrantes encerrados en la parroquia de La Encarnación recibieron ayer la visita de treinta estudiantes del instituto es Liceu de Palma. Por espacio de cinco horas, alumnos con edades de entre 14 y 16 años mostraron su apoyo a los inmigrantes 'sin papeles' que permanecen enclaustrados indefinidamente en la iglesia palmesana, según informó el portavoz de los inmigrantes, John Sabogal.

Los estudiantes departieron con los inmigrantes y escucharon con atención las preocupaciones y las demandas de los trabajadores extranjeros indocumentados. Los alumnos iniciaron su visita a la una de la tarde y comieron junto a los inmigrantes. Sobre las seis de la tarde dieron por finalizada su visita, acompañados por un profesor.