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Todos los sectores que forman una sociedad tienen que implicarse en el respeto al entorno natural donde se ubica y tienen, al mismo tiempo, la obligación moral de difundir estos valores basados en el desarrollo sostenible entre los colectivos que la forman. Este es el punto de partida de la Estrategia Balear de Educación Ambiental, un documento promovido por la Conselleria de Medi Ambient que se está elaborando actualmente y que pretende definir las necesidades de formación ambiental en todos los ámbitos (institucional, socioeconómico, ciudadano y universitario entre otros) para, una vez establecidas esas necesidades, promover su cumplimiento.

«El libro blanco de la Educación Ambiental en España» aconsejaba que cada una de las comunidades elaborara su propia estrategia de formación. En el caso de Balears, una de las autonomías que tiene más avanzado el trabajo, la promoción está a cargo del director general de Mobilitat, Salvador Miralles, en colaboración con la UIB y «Sa Nostra», mientras que el trabajo de coordinación está a cargo de Aina Llauger, Albert Catalan, Miquel Catany y Miquel Rayò.

El objetivo final de para establecer las pautas de la educación ambiental en los diferentes sectores es no limitarla únicamente a las escuelas, único lugar donde se ha potenciado este tipo de formación en los últimos años. «Intentar mejorar problemas ambientales sin la educación de todos los sectores es imposible, por eso este tipo de formación basada en la sostenibilidad de los recursos tiene que llegar a toda la población», asegura Miralles.