TW
0

Los vecinos de la barriada de Son Coc se quejan de la suciedad que dejan los vendedores ambulantes que ocupan la plaza durante los días en que, como ayer, hay mercado en la plaza. Al finalizar la actividad en los puestos de venta ubicados en el exterior del edificio del mercado el recinto queda muy sucio. La frenética actividad que se desarrolla en la Plaça de Pere Garau los días de mercado deja sus huellas visibles en las inmediaciones del recinto del mercado y las calles adyacentes. Los restos de plásticos, cajas, fruta en mal estado, papeles y un sinfín de objetos que se acumulan en la zona hasta que se procede a la limpieza de la plaza por parte de la brigada de limpieza de EMAYA molestan a los vecinos, quienes, además tienen que vivir con el ruido que supone el habitar cerca de un mercado.

Tal y como pudo comprobar ayer Ultima Hora hasta pasadas las 16 horas los vecinos del mercado tuvieron que sufrir la acumulación de restos y la suciedad provocada por una agotadora jornada de venta. Pasadas las 16 horas vehículos de la brigada de limpieza de EMAYA regaban la plaza, mientras los barrenderos retiraban los restos de una de las jornadas semanales de mercado con mayor actividad. Lo que piden algunos vecinos de la zona que se han puesto en contacto con este periódico es que se limpie más la plaza y que la brigada de EMAYA llegue en cuanto acabe el mercado, y que se procure limpiar más las calles adyacentes.

Por otra parte la antigua planificación urbanística de la barriada convierte a Son Coc en un vecindario de calles estrechas y pequeñas con una carencia absoluta de zonas verdes, lo que transforma a la Plaça de Pere Garau en un auténtico 'pulmón' para la zona y si la plaza está sucia todo el vecindario lo padece. De lo que sí parecen estar satisfechos tanto los vendedores como los vecinos de Pere Garau es de la remodelación que se ha llevado a cabo en el mercado. Una remodelación, que, entre otras cosas, supone forrar las paredes del edificio de abastos con piedra seca y una nueva pavimentación.