Participantes de la II Copa del Mediterráneo, ayer en Son Bonet. Foto: JULIÁN AGUIRRE

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Emulando la azaña de Salvador Hedilla el 2 de julio de 1916, al realizar el primer vuelo comercial entre Barcelona y Palma de Mallorca, una veintena de avionetas participaron en la V Trobada Aérea Illes Balears. Para ello, siete avionetas partieron a primera hora de la mañana de ayer hacia el aeopuerto de Sabadell, para formar parte en la competición que comenzaría a las cuatro de la tarde.

El despegue desde el aeródromo de Son Bonet, fue a las 10.30 horas sobrevolando rápidamente la ciudad y situarnos sobre las montañas de la Serra. En los primeros minutos otras avionetas se ponen en contacto por radio con nosotros informandonos sobre altitudes y velocidad del viento. El cielo está despejando, aunque con algunas nubes. Tomás Pas es el piloto de la avioneta en la que Miguel Buades, presidente de la Asociación Aeroclásica Illes Balears, su hija Pilar Buades y servidor formamos el equipo de la avioneta «Cesna 172» de cuatro plazas. Llevamos 180 caballos de potencia con paso variable.

Se consumirán 65 litros de combustible en el trayecto Palma-Sabadell, lo que cuesta unas 14.000 pesetas. Tras nosotros, a unas millas de distancia, se encuentra una avioneta modelo «Jodel» del año 1963, es la más antigua de la competición, fabricada en tela y madera. El recorrido lo realizamos entre 3000 y 5000 pies de altitud y una velocidad de 125 nudos con viento en calma. El paisaje es precioso, sobrevolamos las nubes como si fuera algodón blanco y contemplamos la localidad de Mataró y Sabadell. El almuerzo acogió a pilotos de Zaragoza, Valencia, Murcia, Castellón, Gerona, Sabadell y Mallorca.