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Mallorca ha iniciado la temporada media de verano con los índices más bajos de ocupación de los últimos diez años, que en opinión de la patronal hotelera mallorquina «nos recuerda a los años posteriores a la Guerra del Golfo, en donde se produjo una caída generalizada de todos los mercados emisores turísticos hacia la Isla. Este año se avecina complicado en todos los aspectos».

Si a esta circunstancia sumamos la adversa climatología, el comienzo de la temporada no ha podido despegar de la peor manera, «la ocupación media se sitúa en el 70 por ciento, aunque este porcentaje va a ser bastante inferior en muchos hoteles por la baja demanda que se está produciendo en estas semanas en Alemania y el Reino Unido. Si encima el tiempo no acompaña, la situación no puede ser más desfavorable», puntualizaron las mismas fuentes de la Federación Hotelera de Mallorca.

En este sentido, todas las zonas turísticas de la Isla padecieron ayer los rigores del intenso frío y la lluvia, lo que provocó una imagen desangelada de todas las playas y con un ambiente más propio del otoño que de esta época del año en las inmediaciones de los locales de ocio y oferta complementaria. La temperatura media ayer en Palma fue de 10 grados (16 grados de máxima) y a lo largo del día llovió 11'2 litros por metro cuadrado, según el Instituto Meterológico de Balears.

En el resto de la Isla, la temperatuara mínima se alcanzó en Lluc, on 0'6 grados, y las precipitaciones más fuertes se registraron en Alfàbia, con 22 litros.