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Sábado. 18.00 horas de la tarde. Una inmensa cola humana, con fragancia de perfume masculino y maquillaje, inunda las aceras colindantes de algunas discotecas. Cientos de jóvenes, deseosos de diversión y entretenimiento, visten sus mejores galas para encaminarse en un viaje en el tiempo. La oscuridad de la sala se funde con la luminosidad del día, que reina en el exterior de su cueva. Las ya legendarias galas de tarde llevan muchos años en la movida mallorquina de los más jóvenes. Los sábados en Tito's y los domingos en Pachá son los días elegidos para celebrar estas fiestas de la juventud primaveral. Un deseo compartido por todos: «Pasárselo bien, cueste lo que cueste».

Pese a su corta edad "la media se sitúa entre los 16 y 23 años" y a las restricciones de horarios impuestas por sus padres, los asistentes a estas galas no renuncian a la posibilidad de disfrutar de la marcha, aunque sea en horarios tempranos. Desde las 18.00 horas y hasta las 23.00 es el tiempo del que disponen estos adolescentes para vibrar al son de la música. Los temas comerciales como el nuevo éxito de King Àfrica, o el «Baila, baila» del ídolo de las quinceañeras, Raúl, o las canciones realistas de Estopa son los que provocan los saltos enfurecidos y rítmicos de la sala al completo.

La tarde se estrena con el pop inglés, seguido de música española y de house, para concluir con algo más progresivo, que es lo que «en realidad les gusta a estos jóvenes», afirma Joan Salas, encargado de las galas de tarde de Tito's. El alcohol está totalmente prohibido para los menores de 16 años. Algunos de ellos optan por hacer botellón antes de entrar en la sala aunque los responsables de la seguridad no dejan pasar a los jóvenes que presenten síntomas de embriaguez. Además, todos los discotequeros deben presentar el DNI en la puerta; sin él no es posible entrar. También existen exigencias en cuanto al atuendo que deben vestir.