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El presidente de la junta rectora de la Asociación de Cofradías de Semana Santa de Palma, Tomás Darder, presentó ayer su dimisión irrevocable durante un plenario bastante tenso en el que además de asistir el consiliario de cofradías, Bartomeu March, asistió el vicario general del Obispado, Andreu Genovart, para intentar apaciguar los ánimos.

Medio centenar de representantes de las 31 cofradías de penitencia que existen en Palma se concentraban en las puertas de la sede de la Banca March 20 minutos antes de que comenzara una reunión que, únicamente, constaba de dos puntos: la lectura del acta anterior y el informe del presidente. Fue precisamente este punto el que levantó más polémica, ya que Darder hizo pública su dimisión al sentirse poco respaldado en su gestión por los representantes de las cofradías. De hecho, algunos de los asistentes (la reunión era a puerta cerrada) aseguraron que los más críticos fueron los miembros de la junta que presentaron su dimisión nada más acabar esta pasada Semana Santa provocando, de esta forma, la polémica en el seno de las cofradías.

Los críticos aseguraron en la reunión que los tres años que ha estado Darder al frente de la junta se han caracterizado por su «mala gestión tanto organizativa como informativa». Incluso, alguno de ellos se atrevió a hablar de «decisiones arbitrarias e incluso despóticas» que han dividido a la junta. Durante la reunión de ayer se constituyó la junta gestora que será la encargada de convocar las elecciones y fijar el calendario y el plazo de presentación de candidatos. En un principio, los estatutos señalan que los comicios se tienen que celebrar en tres meses pero algunas cofradías aseguran que es mucho tiempo e intentarán adelantar la elecciones.