TW
0

Florentino García, catedrático de religión y literatura del Judaísmo del Segundo Templo y de los Manuscritos del Mar Muerto de la Universidad de Groningen (Holanda), aseguró el jueves en Palma que «existen varias interpretaciones del Antiguo Testamento que arrojan nuevos datos sobre el significado de muchos de los aspectos de las Sagradas Escrituras, que hasta ahora desconocíamos». García habló el pasado miércoles en el Centro de Cultura de Sa Nostra sobre «La creación interpretada en el judaísmo», dentro del ciclo «Les religions del món antic».

Estudioso del Qumrãm (Manuscritos del Mar Muerto), ofreció nuevos datos e interpretaciones de los textos sagrados. «Leyendo el Antiguo testamento nos encontramos con ideas que no concuerdan demasiado con el pensamiento judío, monoteísta. Podemos detectar orígenes persas y otras influencias», aseguró.

Mediante la lectura de textos que no entraron en el cánon oficial, como el Hnoc, el libro de los Jubileos y varios textos rabínicos, escritas en griego o arameo, se ha podido llegar a la conclusión de que existió una literatura interpretativa de las Sagradas Escrituras, que «analizaba» y «aportaba a su vez nuevos datos» sobre la Historia Sagrada.

Según el Qumrãm, por ejemplo, «el comienzo del mal empieza con la bajada de los ángeles a la tierra. No aparece por ningún lado la figura del demonio, tal y como lo conocemos en el Génesis, que tenta a la mujer con una manzana».

Dos décadas de estudio de los Manuscritos del Mar Muerto
García es miembro de sociedades científicas como la «Society of Biblica Literature» (EE UU), la Fundación de Manuscritos del Mar Muerto (Israel) y la Comisión Internacional para la publicación de estos importantes documentos.

Desde finales de los años 70, el estudioso se metió de lleno en la investigación de los 850 manuscritos (Qumrãm) hallados en las proximidades del Mar Negro, en 11 cuevas diferentes. Durante varias décadas se ha dedicado a la traducción e investigación de estos restos arqueológicos, fechados entre el 200 a. C. y el 200 d. C. y descubiertos entre 1947 y 1956.