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El Govern calcula que el gasoducto que unirá Valencia y Balears será una realidad en el 2004, un año antes de lo previsto. El inicio de las obras de la infraestructura, que supondrá una inversión aproximada de 45.000 millones, está pendiente de la Generalitat Valenciana, que debe definir el trazado de la costa levantina por la cual se debe instalar el gasoducto. El Govern ha propuesto que el gasoducto, que comenzará su recorrido en Ontinyent, continúe hasta Oliva y de allí hasta Sant Antoni de Portmany. El gasoducto unirá Eivissa y Sant Joan de Déu, donde se instalará un registro que apenas tendrá un impacto visual y ambiental. Por lo tanto, el Ejecutivo ha decidido suprimir la instalación en Sant Joan de Déu de unos depósitos para almacenar el gas.

El calendario de realización del gasoducto fue presentado ayer en la capella del Consolat de Mar por el president del Govern, Francesc Antich, además del conseller d'Energia, Príam Villalonga, y Joan Perchés, director general d'Energia. Antich dijo que la construcción de «esta infraestructura es un paso más para asegurar el suministro energético a los ciudadanos del archipiélago».

El gasoducto tendrá un diámetro de 40 centímetros y un grosor de 1'5 centímetros, protegido por una cobertura de hormigón en algunas zonas. «Existe muy poco riesgo de rotura del gasoducto, cuantificado en un uno por mil durante 50 años; en caso de avería existe una independencia energética de 20 horas y, en el peor de los casos, puede volverse a inyectar gas propano a la red», subrayó Joan Perchés.

Según el Govern, ENAGAS se ha comprometido a realizar la obra y amortizar su inversión a través de un decreto que regulará la remuneración de la actividad de transporte de gas por la red de gasoductos del Estado. Este decreto, que el Ministerio de Economia ya ha enviado a las distintas comunidades autónomas, establece recompensar al promotor de la inversión con independencia de la cantidad de gas que circule por el gasoducto. De esta manera, el gasoducto no deberá amortizarse con el gas que se transporte a las islas. El conseller d'Energia, Príam de Villalonga, al igual que el president Antich confían en que el Gobierno facilite la construcción del gasoducto «como ha hecho en otras comunidades autónomas». Además de solicitar la colaboración del Ministerio de Economia, el president Francesc Antich destacó que la solución del gas es la «más limpia y la más ecológica» de los sistemas convencionales, además de propiciar un considerable ahorro y la racionalización del consumo energético, reduciendo la presión sobre el cambio climático.