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El buen humor, la alegría y el compañerismo reinaron en el transcurso de la cena anual de los ferriolers, celebrada en el restaurante El Hoyo de popular núcleo de la «capital» de Palma, Son Ferriol. Esta cena a la que únicamente asisten los hombres, reunió a más de setenta vecinos, que acudieron a la llamada de los veteranos organizadores, Sebastià Roser y Felip Vich. No faltaron a la cita los concejales ferriolers del Ajuntament de Palma, Gaspar Oliver y Jordi Llabrés.

La cena coincidió con un viernes de Cuaresma, y como es tradicional, el menú degustado consistió en entrantes variados entre los que se contaba el frito de matanzas, asado de cochinillo con patatas y souflée. Por respeto a las personas que cumplen con el precepto de la abstinencia la organización acordó, tras consulta a los asistentes, que la cena anual se celebraría en años sucesivos el mes de febrero. Cabe señalar que el rector, Guillem Rosselló, degustó un plato de calamares a la plancha.

En las distintas mesas las conversaciones giraron en torno a las anécdotas vividas durante la niñez y juventud de todos ellos, además de marear el tema del gol del Barça y de la «mano» de Raúl. Eso sí, sin acalorarse. La lista de asistentes se pasaba por el alias de cada uno. Así acudían a pagar el ticket Juan Matarratas, Juan Granereta, Juan Oliver Toi, Toi Gasparín (Gaspar Oliver), Pau Xot, Tomeu Martorell Conrador, Es Jutge, Biel des Caragol, Jaume de Can Valent, Juan Pocoví, de Cárnicas Pocoví, Juan Juan, de Fruita Bona, Xisco Ramis de Café Nuevo Mundo y en Lucas de ses bicicletes.