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La Banca March obtuvo el año pasado unos beneficios después de impuestos de 3.211 millones de pesetas, un 23'12% más respecto a 1999, mientras que el margen de explotación fue de 7.123 millones, un 20'34% más sobre el ejercicio anterior, según explicó ayer en Palma su consejero delegado, Francisco Verdú.

La entidad, en opinión de Verdú, «pretende ser el mejor banco regional y tiene el valor añadido de haberse convertido en el banco de referencia en el sector turístico. Asimismo, hemos apostado por la banca privada y captar cuota de mercado en el área inmobiliaria e institucional. La apuesta por internet ha sido total, de ahí los esfuerzos realizados».

Banca March, dentro del análisis de datos del balance de 2000, gestionó un volumen de negocio de 845.570 millones de pesetas (17 por ciento más que en 1999, donde sumó 719.993 millones), el total de recursos fue de 454.576 y la inversión crediticia de 390.994 millones (18'37% de aumento). En estos momentos, la entidad dispone de 180 oficinas, 139 en Balears, 38 en Canarias, una en Madrid, una en Barcelona y otra en Londres. Verdú resaltó también el crecimiento de la red de cajeros automáticos, que aumentó en el 2000 en 102 unidades y alcanzó los 418.

El secretario general de Banca March, José Ignacio Benjumea, negó, por su parte, que Corporación Financiera Alba SA y Banca March SA, adeuden 30.000 millones por el impago de un crédito con garantías de acciones, cifrando la cantidad en 1.400 millones, «esta cantidad, que se provisionó en su día para evitar un impacto en la cuenta de resultados, será recurrida ante el Supremo».