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El Govern negó ayer haber «puesto en marcha el ventilador» para tapar el escándalo provocado por el contrato blindado de Felio Morey en el Parc BIT. «El PP está descolocado. Hacía juegos florales sobre el contrato blindado de Morey y le sorprendió la dimisión de Misericòrdia Ramon. Si siguen en esta línea estarán muchos años en la oposición», opinó Antoni Garcías, portavoz del Govern.

Garcias rechazó que las noticias relacionadas con las auditorías de empresas públicas sirvan para desviar la atención sobre las informaciones relacionadas con el Parc BIT. «El conseller Joan Mesquida había solicitado en octubre comparecer en el Parlament para explicar las auditorías y se ha dado la coincidencia de que la comisión lo ha había citado para esta semana», comentó Garcias, quien reconoció que había sido un error mantener en la gerencia del Parc BIT a María Ballester, quien ya ocupaba el cargo con el anterior gobierno.

«Se cometió un fallo desde la dirección del Parc BIT por confiar en personas de la etapa anterior que estaban viciadas», dijo Garcias, quien desconocía si había sido la propia Ballester quien redactó el contrato blindado de Morey. «Ni la consellera ni Morey ni la gerente del Parc BIT están ya en sus cargos; que la gente saque sus conclusiones», justificó el portavoz del Govern. Garcias tampoco aclaró si fue el propio Felio Morey el que dimitió o desde el Govern se provocó el relevo. El portavoz del Ejecutivo, quien admitió haber intervenido en este conflicto, precisó que el Govern tomó cartas en el asunto cuando el president Antich tuvo conocimiento del contrato blindado de Felio Morey a principios de enero. El director del Parc BIT dejó el cargo el 10 de enero tras renunciar a cobrar la indemnización de 90 millones.