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El president del Govern, Francesc Antich, y la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, alcanzaron ayer el acuerdo definitivo de traspaso de competencias en materia de carreteras a los Consells. Este acuerdo fija que los consells recibirán 6.300 millones de pesetas durante los tres primeros años del traspaso, cantidad que se incrementará a 8.600 millones a partir del cuarto año. De la financiación total, Mallorca recibirá el 76 por ciento de las inversiones y Menorca y Eivissa se repartirán a partes iguales el 24 por ciento restante. La transferencia se aprobará el viernes en la reunión del Consell de Govern.

Los dos dirigentes políticos mantuvieron ayer una intensa reunión que se prolongó durante todo el día y en la que finalmente se pudieron superar las diferencias y los desencuentros entre ambas instituciones planteadas inicialmente con las expropiaciones. Al término del encuentro, el president del Govern, Francesc Antich, explicó que las expropiaciones las hará finalmente el Govern, aunque en colaboración con los Consells.

Antich explicó, además, que, durante los primeros tres años, una vez realizado el traspaso, el Govern se compromete a invertir directamente 10.000 millones de pesetas. Parte de estas inversiones corresponderán al pago de expropiaciones, según explicó el president. La presidenta de la institución insular, por su parte, salió muy satisfecha del resultado de la maratoniana reunión, que finalmente se saldó con el acuerdo de traspaso. Maria Antònia Munar lamentó el tiempo que las dos instituciones habían perdido negociando este traspaso, pero como compensación destacó el convenio global de 10.000 millones de pesetas que se compromete a invertir el Govern.

«Es una satisfacción total para el Consell», afirmó la presidenta de la institución insular, quien, además, destacó que asuntos como el de traspasos de carreteras nunca son fáciles de resolver porque se trata de temas «que en ocasiones resultan conflictivos y complicados». En cualquier caso, pese a las dificultades, tanto el president del Govern como la presidenta del Consell de Mallorca destacaron que existía la voluntad por ambas partes de resolver el problema y las cuestiones que aún quedaban pendientes.