La Comisión de Coordinación para las encefalopatías espongiformes se reunió ayer. Foto: T. AYUGA.

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El Govern balear cree que la res de nueve años que dio positivo en la primera prueba del test de las «vacas locas» nació en Menorca, por lo que se confirmaría, en un principio, que adquirió la enfermedad a través de harinas animales ya que este tipo de alimentación se prohibió para rumiantes en 1994 y el animal nació en 1991. La consellera de Sanitat, Aina Salom, apuntó esta posibilidad tras la primera reunión de la Comisión de Coordinación del Govern aunque, posteriormente, otros miembros de la mesa, aseguraron que la investigación sigue su curso y que aún es pronto para conocer con exactitud su procedencia.

De confirmarse esta hipótesis se generaría una nueva preocupación para el Ejecutivo, ya que lo lógico es que otros animales también hayan comido de la misma partida de harinas cárnicas infectadas y que, si siguen vivas, puedan desarrollar la enfermedad. Fuentes del Govern ya aseguraron en días pasados que no se descartaba que aparecieran más casos de animales afectados por la encefalopatía espongirme y, al parecer, se referían a esta posibilidad.

Las autoridades remarcaron que, independientemente de que aparezcan más casos similares, los consumidores no tienen que estar preocupados, ya que el animal se encontraba en una explotación láctea, (la leche y sus derivados no transmiten la enfermedad, según los científicos) y que no iba a entrar en la cadena alimenticia. «Los consumidores tienen que estar tranquilos ya que se ha detectado el caso porque hemos llevado a cabo los controles que tocaba. Si no se hubieran hecho las pruebas no lo habríamos detectado y el animal seguiría enterrado», reiteró Mateu Morro, conseller d'Agricultura.