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ANA PÉREZ El conflicto entre el colegio público Es Pont y el Ajuntament de Palma ha entrado en una nueva fase de espera después de que las partes concluyeran la reunión mantenida ayer con la intención de volver a encontrarse en un plazo de 8 o 10 días.

José María Rodríguez, responsable del área municipal de Coordinación e Infraestructuras, visitó en la tarde de ayer el centro escolar para negociar in situ con el claustro y la asociación de madres y padres de alumnos la ampliación del patio. Tres son las propuestas que se pusieron sobre la mesa en este primer encuentro que concluyó con la promesa, por parte municipal, de realizar un estudio real del diseño que permita determinar cuál sería la solución más acertada.

La primera de ellas, presentada por el colegio, se basa en el Plan General de Ordenación Urbana, según el cual el solar adyacente, en el que se está construyendo una plaza, está catalogado como de equipamiento docente, por lo que la ampliación debería hacerse utilizando dicho terreno, de 2.000 m2, que, además, es colindante con el actual patio escolar. La segunda de las propuestas, presentada por el Ajuntament, defiende la permuta del solar por otro vecino, de propiedad municipal y de unos 5.000 m2, pero que, según los responsables del colegio, no permite el aprovechamiento del espacio, dada su situación con respecto al patio. Por último, Cort estudiará también la posibilidad de integrar en las instalaciones de Es Pont sólo una parte del solar en cuestión, lo que daría lugar a una ampliación menor que la solicitada pero en la misma línea de la zona de recreo.

Hasta la fecha, el colegio ha recogido un total de 900 firmas, de padres, vecinos de la zona y profesores, pidiendo que se cumplan sus exigencias.