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TONI LIMONGI/A.V. Los vecinos de Palma aprueban, en su mayoría, la reforma del Passeig Mallorca, sobre todo en lo que atañe a las farolas, bancos, barandillas y calzada. El cauce e interior de Sa Riera ha despertado mayores críticas, aunque hay que puntualizar que, en este punto, la reforma aún no ha sido finalizada.

Algunos vecinos de Ciutat opinaron que la calidad del agua del torrente deja aún mucho que desear, y que su aspecto no es el óptimo. Cuando llueve, el lecho del río vuelve a quedar igual de marrón porque van a parar las aguas pluviales y el sobrante de la potabilizadora de Son Tugores. Técnicos de EMAYA limpiaban con un rastrillo, hace unos días, el fondo del torrente, pero parece que este sistema no resulta del todo efectivo. El complejo de bombas impulsoras y de cañones de agua, que recogen el agua en el extremo más próximo al mar, permiten mantener el líquido en los diferentes compartimentos.

El proyecto no está aún finalizado del todo porque quedan por instalar cuatro farolas monumentales a cada lado del puente de Sa Riera, en el lado más próximo al Baluard de Sant Pere. El presupuesto total del proyecto, incluyendo la iluminación del Passeig Mallorca y la construcción del sistema que permite que la Riera siempre tenga agua, sube a más de 750 millones.